Al menos 180.000 personas se han refugiado en esta ciudad del noreste de Irak para huir de la violencia islamista que azota la región, según ha informado MSF. El comunicado denuncia que los refugiados necesitan "de forma urgente" comida, agua y atención sanitaria. Por tanto, MSF asegura que estas personas están permanentemente expuestas a infecciones y enfermedades.
"Pese a las dificultades que acarrea la seguridad en Kirkuk, las organizaciones de ayuda humanitaria todavía pueden trabajar en la ciudad", ha señalado el coordinador general de MSF en Irak, Fabio Forgione. "Necesitamos que las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria den un paso adelante en sus esfuerzos en todo lo posible", ha asegurado Forgione.
Kirkuk es una ciudad situada a las puertas del Estado Islámico, la organización terrorista que controla gran parte de Irak y de Siria. Durante el conflicto con los yihadistas, más de dos millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus casas para escapar de la violencia.