Colburn era el último superviviente de la tripulación de un helicóptero que se interpuso entre los residentes y los soldados estadounidenses que perpetraron una de las mayores matanzas de la guerra de Vietnam, en la que murieron 500 civiles, el 16 de marzo de 1968.
El entonces joven soldado estaba a las órdenes de piloto del helicóptero, el oficial Hugh Thompson, quien descendió inmediatamente con el aparato para proteger a los civiles. Colburn, siguiendo de buen grado las órdenes de Thompson, apuntó con su ametralladora a los soldados estadounidenses para impedir que siguieran disparando a la población.
"Si estos cabrones me disparan", gritó Thompson a Colburn, "devuelves el fuego". "Eso está hecho, señor", contestó Colburn.
Thompson, Colburn y el también oficial Glenn Andreota evacuaron incluso a varios de los residentes, entre ellos a un niño de ocho años, y avisaron del incidente a la base, que ordenó un alto el fuego inmediato.
Su acto de heroísmo fue recompensado con la Estrella de Bronce, un reconocimiento que paradójicamente se reserva a soldados que han demostrado su valor ante fuego enemigo.