Todo se puso difícil cuando se produjo el abordaje israelí. Desde Suecia perdieron el contacto con el autor y hasta algunos medios nacionales llegaron a afirmar que había sido herido por los disparos. Pero afortunadamente Mankell ha salido ileso y ha sido liberado tras firmar una carta de expulsión, la alternativa a pasar por un proceso judicial.
El escritor sueco declaró justo antes de partir de vuelta a Suecia que se encontraba "preocupado por los amigos que todavía están en la cárcel" en declaraciones concedidas al diario "Express" de Estocolmo. Como sabemos, no todos han corrido la misma suerte. Para Mankell, Gaza es "una cárcel en vida", por lo que no quiso perderse la oportunidad de embarcarse en la Flota de la Libertad, concretamente en la embarcación 'Marmara', para tratar de llevar víveres a una comunidad palestina asolada por los acordonamientos y la imposibilidad de contactar con nadie que se encuentre fuera de la franja. Mankell ha declarado en citas previas que estas condiciones le recordaban a las del 'apartheid' sudafricano. Un escritor que ha presenciado escenas que bien podrían servirle para una nueva historia de éxito. El final todavía no lo conocemos.