Obama presiona por un plan de paz en Oriente Medio, según el rey Abdalá

AGENCIA EFE 11/05/2009 08:38

Los detalles de ese plan se discutirán seguramente en una serie de conversaciones diplomáticas que tendrán lugar este mes y entre las que destaca la prevista reunión de Obama con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dentro de una semana en la capital norteamericana.

Si se siguen dando largas a las conversaciones de paz para Oriente Medio, estallará un nuevo conflicto entre "árabes o musulmanes e Israel en los próximos doce o dieciocho meses", advierte el monarca en declaraciones que publica hoy el diario "The Times".

Obama tiene previsto dirigirse al mundo islámico el 4 de junio en El Cairo, tras lo cual, en julio o agosto, se celebraría una conferencia de paz con todas las partes en conflicto.

"No estamos hablando de una reunión sólo entre israelíes y palestinos, sino que éstos se sentarían a negociar con los israelíes, los israelíes con los sirios y también con los libaneses", explica Abdalá, que trató el plan el mes pasado en Washington con el presidente Obama.

Según el monarca jordano, si Obama no convierte en realidad su promesa de paz para la región, su credibilidad se disiparía rápidamente.

"Todos los ojos estarán mirando a Washington, y si no hay señales claras, si no hay directivas claras que podamos captar todos, se extenderá la sensación de que otro gobierno estadounidense vuelve a dejarnos en la estacada", advierte Abdalá.

"Si se dice (una vez más) que no es el momento o que no nos interesa (la paz), el mundo se sumergirá en un nuevo conflicto en Oriente Medio", cuyas implicaciones llegarán mucho más allá.

El Gobierno israelí ha rechazado hasta ahora toda iniciativa que pudiera desembocar en la creación de un Estado palestino, capaz de vivir en paz con sus vecinos israelíes.

Pero, según Abdalá, lo que se propone a Israel ahora es una solución de "cincuenta y siete Estados", por la cual todo el mundo árabe y musulmán reconocería a Israel como parte del acuerdo global.

"Les estamos ofreciendo la posibilidad de ser acogidos con los brazos abiertos por una tercera parte del mundo", explica Abdalá, según el cual "el futuro no son los Altos del Golán o el Sinaí, sino que abarca desde Marruecos en el Atlántico hasta Indonesia en el Pacífico. Ése es el precio".

Según Abdalá, Jerusalén no es un problema sino "una solución internacional": símbolo de conflicto a lo largo de los siglos, necesita desesperadamente convertirse en símbolo de esperanza, afirma el rey jordano.

El islam, la cristiandad y el judaísmo deberían hacer de esa ciudad "un pilar del futuro de este siglo", explica el monarca, que dice sentir que se ha extendido la percepción de que "Jerusalén podría ser el aglutinante que necesitamos".

Abdalá cree que va a ser necesaria una gran actividad diplomática en los próximos meses para intentar encontrar una solución porque, advierte, la alternativa es terrible: más guerra, muerte y destrucción.