Desde septiembre, el enviado especial de la ONU, Bernardino León, ha promovido el diálogo entre el Parlamento y el Gobierno reconocido por la comunidad internacional --instalado en el este-- y las autoridades rivales autoproclamadas en la capital, Trípoli.
Las partes comunicaron "formalmente" el lunes a León su implicación en el diálogo, considerado el único medio "viable" para encontrar una "solución pacífica" a la actual crisis política. Discutirán la formación de un gobierno de unidad, acuerdos de seguridad para facilitar un alto el fuego y la retirada de tropas y armamento, y la elaboración de una nueva Constitución.
La ONU ha recordado que el pueblo libio ha pagado "un alto precio" por los enfrentamientos de los últimos meses y ha pedido a los dos bandos que encaren esta nueva ronda de contactos "con un espíritu constructivo" y con "sentido de responsabilidad nacional".
TERRORISMO
La Cámara de Representantes de Tobruk se salió de este formato la semana pasada en respuesta a un atentado suicida perpetrado por milicianos islamistas. La UNSMIL ha dicho en su nota que "todas las partes" han expresado su "inequívoca condena" a este ataque y han abogado por hacer un frente común frente a la "amenaza del terrorismo".
El enviado especial de la ONU para Libia ha reiterado el "compromiso inquebrantable" de la organización, así como de la comunidad internacional, para respaldar "a un futuro gobierno de unidad nacional en la lucha contra el terrorismo".