El representante especial de la ONU para Irak, Jan Kubis, ha recalcado que "los terroristas dieron un nuevo golpe que se suma a la larga y violenta historia de muerte y destrucción, dirigida una vez más a matar y mutilar al mayor número posible de inocentes".
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, John Kirby, ha tildado los ataques de "bárbaros", resaltando que "tuvieron como objetivo deliberado y específico a la población civil".
"Estos ataques son el último recordatorio del peligro que este grupo (el Estado Islámico) sigue suponiendo para todos los iraquíes, así como de la importancia de que los líderes iraquíes de todas las comunidades sigan trabajando juntos para lograr progresos contra él".
En este sentido, Kirby ha recalcado que Washington "seguirá entrenando y apoyando a las fuerzas de seguridad de Irak para que puedan seguir defendiendo y protegiendo al pueblo iraquí".
En el primero de los atentados, registrado en una zona de mercado en el distrito de Al Shaab, en el norte de Bagdad, han fallecido 38 personas, mientras que otras 70 han resultado heridas.
Un portavoz del Mando de Operaciones de Bagdad ha declarado a la televisión estatal que el atacante accionó su chaleco explosivo en coordinación con una bomba que había sido colocada en el lugar.
Por otra parte, al menos seis personas han muerto y otras 21 han resultado heridas por la explosión de un coche bomba en el distrito de Al Rashid, en el sur de la capital.
En el tercer atentado del día, al menos 19 personas han muerto y otras quince han resultado heridas en un atentado obra de un terrorista suicida en un mercado del distrito predominantemente chií de Ciudad Sadr.
Por ahora ningún grupo ha reivindicado la autoría de los atentados. El Estado Islámico reivindicó la semana pasada una serie de atentados con bomba en la capital y sus alrededores que dejaron alrededor de un centenar de muertos.