Ban Ki Moon se ve "animado" por el hecho de que todas las partes hayan sido capaces de "alcanzar un acuerdo sobre medidas concretas y urgentes para aliviar la tensión".
"Sin embargo, la situación sigue siendo extremadamente volátil", declaró el secretario general, quien espera que "todas las partes avancen y demuestren su intención de seguir implicadas en buena fe para implantar las medidas establecidas en el acuerdo, que contribuirá a una solución duradera a esta crisis".
El acuerdo estipula un plan para desactivar "inmediatamente" el conflicto en Ucrania a través del desarme de todos los grupos armados ilegales, la desocupación de edificios públicos ucranianos en manos de simpatizantes prorrusos, amnistía para los manifestantes excepto los acusados de delitos "capitales" y el inicio de un diálogo "nacional y abierto", según el texto.