China culpa al Movimiento Islámico del Turquestán Oriental de estos ataques, mientras que opositores exiliados y activistas atribuyen la violencia a actos derivados de la presión que ejerce Pekín sobre la religión y la cultura uigur en lugar de a una milicia organizada.
El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, le ha transmitido este sábado al presidente de China, Xi Jinping, que su Gobierno colaborará e la "lucha" contra las "fuerzas terroristas", según un comunicado del Ministerio de Exteriores chino.
Sharif también se ha comprometido a incrementar la coordinación con China en relación a Afganistán, así como a garantizar la seguridad de ciudadanos y empresas del gigante asiático en Pakistán. Según Pekín, la visita del primer ministro paquistaní ha servido para que las dos partes firmen más de 20 acuerdos.