La ternura revoltosa del nuevo “secretario” del Papa

Pilar Bernal 30/10/2013 22:00

Aún no sabemos su nombre pero este pequeño que se empeñó en acompañar al Papa en la jornada de las familias el pasado domingo se ha convertido en un protagonista muy especial. Atrevido, revoltoso pero tan simpático que se ganó la sonrisa y el cariño del Papa Francisco. Este pequeño tan atrevido se encaramó sin vergüenza en el sillón papal. Al Papa le hizo gracia y le dejó que se quedase acompañándole durante toda la ceremonia. Y ahí aguanta el niño cuando el pontífice da su discurso. El pequeñajo a su lado y no se inmuta cuando tratan de que se baje del estrado. Ni caso al guardaespaldas que le ofrece un caramelito; el niño lo coge pero sin ninguna intención de marcharse. Se quita de encima a todo un seguridad y se abraza a la sotana blanca. Y otra caricia de Francisco que hace esfuerzos para no perder el hilo de su discurso. También hay un ratito en el que juega con la cruz de plata. La besa y el Papa se enternece. Este chicuelo no piensa irse aunque unos y otros le inviten con cariño a abandonar el estrado de una vez para que los demás invitados sigan llegando y el protocolo no pierda ripio.El niño, al ladito del sucesor de Pedro, como Pedro por su casa. Espera, sin separarse de él, a los siguientes invitados, ya como todo un secretario vaticano, a la vera del Pontífice.Tampoco se corta en un momento en el que Bergoglio atiende a una persona; él, resuelto, se va a buscar a una niña que espera con un regalo para Francisco. La anima a que se acerque y la acompaña hasta su “amigo” el Papa. Revoltoso pero tan espontáneo y gracioso que ese día, en el Vaticano, se hablaba, sobre todo, de este pequeño nuevo miembro de la Curia.

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