Lou Alexander, de 32 años de Bristol (Reino Unido), fue diagnosticado con cáncer de colon hace ocho semanas, después de acudir al médico aquejado por dolores en el estómago. Su hija, Emily, fue despertada en la medianoche para que se pudiera despedir de su padre.
Los médicos advirtieron que solo le quedaban horas de vida, por lo que su mujer, Inés, decidió que su hija se tenía que despedir de su padre, como informa The Sun. “La noche que murió, ella vino al hospital y le dijo: “Papi, te amo”, pero él estaba demasiado enfermo para responder”, cuenta al citado medio.
“Fue un gran hombre y un padre realmente brillante”, asegura Inés, quien está esperando otro hijo que está previsto que nazca el próximo mes de febrero. Estoy tan contenta de que hayamos podido despedirnos de él, tenía miedo de que no tuviéramos la oportunidad”.