Carlos Chávez, conductor de la empresa Gas Express Nieto, continúa ingresado por las quemaduras que sufrió tras la explosión. Los trabajadores que abastecían de gas al hospital han declarado que no pudieron controlar la fuga de hidrocarburo que causó el estallido.
El juez ha puesto en libertad a los ayudantes del conductor, Julio César Martínez y Salvador Alatorre, al no haber pruebas suficientes que vinculen su responsabilidad en la explosión, según ha informado el diario mexicano 'Milenio'.
En el momento en que se produjo la explosión, alrededor de 120 personas se encontraban en el interior del centro. Dos bebés y un adulto perdieron la vida, aunque este sábado aún quedaban 26 personas hospitalizadas, 11 de ellas --incluidos cuatro recién nacidos-- en estado grave.