Ryan, que se ha mostrado reacio a respaldar públicamente a Trump, ha aclarado en una entrevista con el 'Milwaukee Journal Sentinel' que hará lo que quiera el "nominado" de cara a la convención de julio.
Trump ha dejado abierta la posibilidad de pedir a Ryan que deje su simbólico puesto, si bien ambos podrían terminar de resolver este tipo de dudas esta misma semana. Se han citado para el próximo jueves, en el que será su primer encuentro cara a cara.
"No quiero tener una conversación con Donald Trump a través de los medios. Quiero tener una conversación directa en nombre del partido y en el mío propio", ha asegurado Ryan, que no ha querido ahondar en las evidentes discrepancias que están marcando la campaña del Partido Republicano.
Ryan, que aspiró a la Vicepresidencia en 2012 y ahora es el republicano de mayor rango institucional, ha abogado por "unificar" al partido. De esta forma, confía en ganar "fuerza" y encarar con garantías las elecciones de noviembre, a las que previsiblemente concurrirá la exsecretaria de Estado Hillary Clinton como representante demócrata.