Las autoridades inicialmente han informado a los manifestantes del carácter ilegal de su marcha. Ante la aparición de un grupo de personas enmascaradas que han comenzado a lanzar cócteles molotov y piedras, la Policía ha lanzado botes de gas lacrimógeno para dispersarlos. Los enfrentamientos entre agentes policiales y manifestantes han durado varias horas.
Elvan no era un manifestante sino un transeúnte del barrio de Okmeydani, un bastión antigubernamental en Estambul. El joven salió a comprar el pan durante la intervención policial, momento en el que fue golpeado con un bote de gas lacrimógeno, lo que le dejó en coma.
Amnistía Internacional pidió el pasado 21 de agosto a las autoridades turcas que abrieran una investigación justa para determinar qué agente de Policía era el responsable de lanzar el bote de humo que golpeó a Elvan.
Durante las protestas que comenzaron a finales de mayo con el objetivo de paralizar la tala de árboles del emblemático parque de Gezi murieron cinco personas y más de 5.000 resultaron heridas.