El líder de las protestas se niega a ceder a menos de 24 horas de la protesta multitudinaria de mañana

EUROPA PRESS 12/01/2014 09:36

"Estoy seguro de que no vamos a perder. Pero no sé cómo vamos a ganar", reconoció Suthep en una entrevista exclusiva al diario 'The Nation' en la que explicó que ha rechazado todos los intentos del Gobierno por incorporar su movimiento a la política nacional. El Comité que dirige Suthep acusa a Yingluck de corrupción y de ser nada más que un títere de su hermano, el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, ahora en el exilio.

A pesar de que la primera ministra ha convocado elecciones para el 2 de febrero, Suthep exige su dimisión inmediata y ha llamado a la población para que se manifieste en ese sentido, aunque reiteró que disolverá el movimiento de oposición en el momento en el que perciba indicios de un enfrentamiento abierto contra los simpatizantes de la primera ministraa.

"Como esto se convierta en una guerra civil, me rindo. La vida humana es demasiado preciosa para mí. En el momento en que vea que alguien instigue una guerra, diré a la gente que se marche a sus casas", declaró, en relación a las siete protestas que se celebrarán mañana. "Lo que quiero es una revolución, pero pacífica", apostilló.

El líder opositor reveló que el ex primer ministro Thaksin llegó a enviar a "gente" para dialogar con él, pero rechazó todas las propuestas formuladas desde el Ejeuctivo. También se ha negado a participar en los comicios convocados por Yingluck. "Si las elecciones siguen adelante, dejaremos tantos escaños vacíos que el Parlamento no tendrá forma de abrir la sesión", anunció.

Al menos ocho personas han fallecido durante las últimas semanas en enfrentamientos entre manifestantes y policías. De momento, no se tiene constancia de peleas entre los simpatizantes de los hermanos Shinawatra y la oposición, pero el Gobierno ya ha adelantado que desplegará una fuerza de 10.000 agentes y 8.000 soldados para preservar la integridad de la capital, ante el temor de que se repitan los enfrentamientos entre facciones de 2010, que se cobraron la vida de casi un centenar de personas.