Las riadas han dejado un total de al menos 16 víctimas mortales en el estado norteamericano de Texas y han obligado incluso a evacuar tres prisiones.
Los nueve militares fallecieron al volcar un vehículo militar al paso de un arroyo en Fort Hood, sede de una importante base militar. Tres de los militares fueron rescatados.
"Como todos sabéis, esta tragedia se extiende más allá de Fort Hood", ha afirmado subcomandante general para las operaciones de III Cuerpo de Blindados del Ejército estadounidense en Fort Hood, John Uberti. "La efusividad de los medios de comunicación de todo el país se aprecia sinceramente", ha añadido.
Aviones, barcos, perros y "equipos pesados de tierra" se han desplegado por parte de distintas divisiones de las fuerzas armadas para buscar a los soldados desaparecidos.
Por su parte, el portavoz de la base, Chris Haug, ha afirmado este viernes que los ejercicios de entrenamiento eran rutinarios y que la unidad de 12 soldados había aprendido a manejar ese vehículo.
El camino por el que discurrían había sido designado como "cruce de poca agua", ha afirmado Haug asegurando que no se pensaba que se pudiera inundar.