"Nuestra posición común consiste en que esto se podrá hacer exclusivamente con el permiso del Consejo de Seguridad de la ONU", ha señalado Lavrov durante una rueda de prensa tras su encuentro con el ministro de Exteriores de Túnez, Jemaies Jhinaui.
En ese sentido, Lavrov ha asegurado que Rusia sabe de la existencia de "planes de injerencia militar que se debaten más o menos abiertamente, que se refieren entre otros, a la situación en Libia".
"Teniendo en cuenta cómo se desarrollaron los acontecimientos en 2011, cuando el Consejo de Seguridad también estudió este tema, el posible mandato para una operación contra los terroristas en Libia debe ser definido de modo unívoco, para evitar cualquier tipo de interpretaciones distorsionadas y pervertidas", ha argumentado.
En 2011, en plena sublevación contra el régimen de Muamar Gadafi, Estados Unidos y sus aliados lograron el apoyo de la ONU para una intervención militar por motivos humanitarios, pero en la práctica supuso un apoyo claro a los insurgentes.