En una entrevista concedida a El País con motivo de su viaje oficial a España que se inicia mañana, lunes, Sarkozy dice en relación con ETA que "mi actitud ha sido siempre la misma. Cuando el Gobierno español ha querido negociar con ella, lo he respetado. Cuando ha decidido cortar las negociaciones, lo he respetado".
"No me inmiscuyo en la política interna de los demás y colaboro en cuanto está en mi mano", añade.
Considera a España "uno de los grandes países de Europa" con el que siempre ha querido mantener relaciones "profundas" y del que dice sentirse apasionado, y ese es el motivo de su empeño personal en apoyar la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en las reuniones del G-20.
Durante la entrevista hace además un guiño a otras personalidades relevantes de la política española: "Propuse a Felipe González para presidir el grupo de expertos sobre Europa. José Luis es mi amigo, Felipe es mi amigo, Aznar es mi amigo, Rubalcaba es mi amigo, el Rey es mi amigo".
También menciona el peso específico de la Iglesia Católica en España en comparación con Francia "desde un punto de vista social", ya que "Francia tuvo que liberarse de la tutela de la Iglesia Católica" para construir el país, señala.
"Sería impensable que la Iglesia tuviera entre nosotros una presencia similar a la que es visible en su país".