La Autoridad de Regulación Nuclear dio la semana pasada su aprobación preliminar a la central, ubicada en la prefectura de Kyushu (sur), aceptando sus mejoras de diseño y seguridad, que incluyen garantías contra los desastres naturales y los accidentes nucleares graves.
Según las informaciones facilitadas por la agencia japonesa de noticias Kiodo, los trabajos en los dos reactores de la central podrían comenzar el año que viene, ya que el organismo nuclear tiene que llevar a cabo nuevas pruebas antes del reinicio de las operaciones.
Los reactores japoneses fueron desactivados de forma gradual --con el último finalizando sus trabajos en 2013-- tras el accidente en la central de Fukushima-1 a consecuencia del terremoto y posterior tsunami de 2011. Dicho accidente fue el peor desastre nuclear desde el de Chérnobil, en 1986.