Dos sospechosos en el caso de la joven hallada muerta en el tejado de una iglesia en Italia

INFORMATIVOS TELECINCO 22/03/2010 19:26

Las conexiones parecen más que evidentes. El último en ver con vida a la adolescente Elisa Claps en Potenza (Italia) el 12 de septiembre de 1993 fue Danilo Restivo, quien precisamente era vecino de Heather Barnett, asesinada en 2002 en Bournemouth a la edad de 48 años. Restivo fue interrogado en ambos casos pero no se pudo demostrar su implicación en los asesinatos.

No es lo único que relaciona a Restivo con los dos sucesos. En una de las manos de Barnett, brutalmente asesinada en su domicilio, había un mechón de pelo que no era suyo. Decenas de mujeres declararon entonces que les habían cortado trozos de pelo mientras viajaban en autobús. Esa manía de cortar mechones de pelo de las jóvenes fue atribuida a Restivo por quienes lo conocían en la localidad de Potenza en la época en la que desapareció Elisa.

El análisis del ADN

Precisamente un mechón de pelo que conserva la madre de Elisa puede ayudar en la investigación. La policía británica, que mantiene vigilada la casa del sospechoso Restivo en Charminster, se ha trasladado a Italia para tratar de cerrar ambos casos. Lo primero que esperan es el resultado del análisis de ADN de los restos hallados en la iglesia para confirmar que se trata de la joven Claps. Algo de lo que no tienen duda sus familiares que han identificado las joyas y la ropa que han aparecido junto a los restos, como pertenecientes a Elisa.

Pero Restivo no es el único sospechoso. La policía italiana está leyendo de nuevo todos los testimonios que se recogieron sobre el caso de Elisa tras su desaparición hace 17 años. Y están mirando con lupa en concreto la declaración de don Mimí Sabia, el párroco de la iglesia donde han aparecido los restos apenas tapados por unas tejas.

El poderoso don Mimí

Se trata de un poderoso personaje que dirigía la vida de la localidad, detractor de las costumbres liberales de los jóvenes -todo el pueblo recuerda su campaña contra los ombligos al aire.

El párroco declaró que el día de la desaparición de Elisa estaba fuera de Potenza, pero a la policía le consta que el párroco abandonó la localidad en autobús a las tres de la tarde para tomar baños termales en Fiuggi y Elisa desapareció a última hora de la mañana.

La familia de la joven sospecha de la implicación del párroco, muerto hace dos años. "Siempre he pensado que el cuerpo de Elisa se encontraba allí y nunca he esperado encontrarla con vida. Quien sabía, no ha hablado", dice, en clara referencia a don Mimí, la madre de Elisa, quien ha vuelto a pedir que quien sepa algo se lo cuente, que será algo que quedará entre esa persona y ella, y que sólo así podrá descansar tranquila. LA