El plan, acordado durante una reunión en la capital sudanesa, Jartum, incluye una serie de medidas para aumentar la protección de los menores afectados por conflictos armados, incluyendo el cese y prevención de su movilización.
La representante especial de la Secretaría General de la ONU para Niños en Conflictos Armados, Lelia Zerrougui, ha afirmado que el plan supondrá "un futuro más seguro para los niños del país".
Así, y tras expresar su deseo de que el mismo sea aplicado de forma completa, ha reiterado su apoyo a las autoridades sudanesas por su interés a la hora de alcanzar este objetivo.
De esta forma, los siete países cuyas fuerzas de seguridad figuraban en el listado de Naciones Unidas por el reclutamiento y utilización de niños en estas tareas se han comprometido a cumplir con la campaña 'Niños, no soldados', lanzada conjuntamente por Zerrougui y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en marzo de 2014.