El terrorismo pierde terreno en el mundo, pero sube en Pakistán

AGENCIA EFE 01/05/2009 00:00

El Departamento de Estado divulgó hoy su informe anual sobre terrorismo, en el que mantuvo en su lista de países que lo patrocinan a Sudán, Siria, Cuba y, en especial, Irán, el "más activo" de todos ellos, por su apoyo al grupo libanés Hizbulá, al palestino Hamás, a grupos chiíes iraquíes y a los talibanes afganos.

Estar en la "lista negra" acarrea sanciones para esos países como la prohibición de que Estados Unidos les venda armas y les dé asistencia económica.

Estados Unidos sacó a Corea del Norte de esa lista el 11 de octubre de 2008, tras alcanzar un acuerdo verbal con el país para poner fin a su programa nuclear.

No obstante, sopesa calificar a esa nación y a Venezuela como países que no cooperan completamente en la lucha contra el terrorismo.

Esa designación conlleva sanciones de menor nivel, como la prohibición de que empresas estadounidenses les vendan tecnología civil que podría usarse con fines militares o terroristas, dijo a Efe Rhonda Shore, coordinadora del informe del Departamento de Estado.

Se trata del primer estudio de este tipo realizado bajo la batuta del Gobierno de Barack Obama, que repitió numerosas acusaciones que la Administración de George W. Bush hizo en el informe del año pasado.

El informe hace un estimativo de la fuerza del terrorismo en el mundo, con base en sus ataques.

Según sus datos, más de 15.700 personas murieron en atentados en 2008, una cifra que puede parecer muy elevada, pero que en realidad representa una bajada muy sustancial con respecto a los 22.500 de 2007.

El Departamento de Estado lo achaca a la reducción de los ataques en Irak el año pasado, un factor que también explica la caída de 20 por ciento en el número de atentados suicidas en el mundo.

Las cifras no reflejan, sin embargo, el repunte en la violencia en el país mesopotámico en las últimas semanas.

La debilidad de Al Qaeda en Irak, que ha perdido fuerza por las deserciones y la interrupción de sus fuentes de financiación y apoyo, es una de las razones que llevan a Estados Unidos a concluir que la red terrorista pierde terreno.

Aún así, la organización matriz ha encontrado en las regiones tribales de Pakistán, donde la presencia del Estado es muy pequeña, un refugio similar al que tuvo en Afganistán hasta 2001, según Washington.

Al Qaeda ha restablecido cierto control central de sus operaciones, en particular en torno al egipcio Ayman al Zawahiri, su "número dos", y ha reemplazado a algunos líderes capturados o fallecidos, de acuerdo con Estados Unidos.

Al mismo tiempo, los talibanes afganos se han movido hacia el oeste, también para aprovechar el vacío de poder de la zona fronteriza.

Como consecuencia, los atentados se han cuadruplicado en Pakistán en dos años, hasta superar los 1.800 en 2008, según dijo en una rueda de prensa Russell Travers, el encargado de compilar los datos.

En Pakistán "la amenaza ha escalado. Estamos profundamente preocupados", afirmó Ronald Schlicher, coordinador interino de contra-terrorismo del Departamento de Estado.

El estudio apunta que los talibanes recibieron en 2008 más dinero del narcotráfico y de fuentes en el Golfo Pérsico, lo que ha elevado su capacidad de lucha.

Los talibanes "controlan partes de Afganistán y Pakistán, y amenazan la estabilidad de la región", alertó el Departamento de Estado.

Mientras, en el continente americano, Estados Unidos criticó en particular a Cuba por albergar a terroristas de la organización española ETA y de las colombianas FARC y ELN.

Tras la publicación del informe, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, replicó que Estados Unidos no tiene "autoridad moral" para certificar conductas porque es un "delincuente internacional".

Schlicher también criticó al presidente venezolano, Hugo Chávez, por elogiar a las FARC. "Creemos que es algo extremadamente problemático ir por ahí alabando a una organización terrorista extranjera", dijo.