Prisión formal contra el ex alcalde de Iguala

EUROPA PRESS 14/11/2014 07:39

Abarca ha sido acusado también por el Gobierno de Peña Nieto de ser el "autor intelectual" de todos estos hechos ocurridos en Iguala --en el estado de Guerrero--, incluida la desaparición de los 'normalistas'. El ex alcalde de Iguala y su esposa María de los Ángeles Pineda fueron detenidos el 4 de noviembre por la Policía Federal, en una casa en la delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México.

Tras su detención, la Procuraduría General de la República (PGR) trasladó a Abarca a la prisión de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, "por delincuencia organizada, homicidio y secuestro", de acuerdo con la información del diario mexicano 'Milenio'.

Por su parte, la Fiscalía General de Guerrero ha recordado que el pasado 17 de octubre el Congreso del Estado de Guerrero aprobó el juicio de revocación del mandato y en ese mismo día la Fiscalía reclamó la detención de Abarca por su probable responsabilidad en la comisión del delito de "homicidio calificado en agravio" de seis personas, así como de "homicidio en grado de tentativa en agravio" de otras personas.

43 desaparecidos

Según ha determinado la investigación federal, los 'normalistas' llegaron a Iguala el 26 de septiembre para recaudar fondos para viajar a la capital el 2 de octubre con el fin de participar en la conmemoración de la matanza de Tlatelolco.

Ese mismo día, la esposa del alcalde tenía que presentar un informe de su labor al frente del Sistema de Desarrollo Integral para la Familia municipal e iba a dar una fiesta. Ante el temor de que los estudiantes pudieran alterar la celebración, como ya había ocurrido en el pasado, el alcalde ordenó a la Policía actuar contra los 'normalistas'.

Con apoyo de agentes del municipio de Cocula, los policías abrieron fuego contra los estudiantes, matando a seis de ellos y dejando 25 heridos. Durante los enfrentamientos, procedieron a la detención ilegal de numerosos estudiantes, a los que trasladaron a los límites de Cocula e Iguala, donde los entregaron al 'mini-cártel' Guerreros Unidos.

A partir de ahí nada se sabe del paradero de los 43 'normalistas'. Desde entonces, en la zona han aparecido varias fosas comunes, aunque por el momento no se ha confirmado que los restos hallados en ellas correspondan con los de los jóvenes desaparecidos.