El Tribunal Constitucional ordena un recuento de los votos de los comicios parlamentarios

AGENCIA EFE 12/04/2009 10:54

"La decisión del Tribunal Constitucional entró hoy en vigor", subrayó el presidente de este órgano, Dumitru Pulbere, citado por la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.

Agregó que la decisión, que es definitiva y no puede ser apelada, incluye también la revisión de las listas de electores, tal y como reclamaba la oposición, así como la verificación de otros documentos, informó desde Chisinau la agencia rusa Interfax.

"El Tribunal Constitucional concede nueve días a la CEC para llevar a cabo todo el proceso, ya que el TC tiene diez días para confirmar los resultados de los comicios. Nos reservamos un día para validar los resultados después del recuento", precisó.

El portavoz de la corte, Dumitru Tira, señaló que "el Tribunal Constitucional decidió satisfacer la solicitud del líder de los comunistas (y presidente de Moldavia), Vladímir Voronin".

Los resultados definitivos anunciados por la CEC el pasado día 8 y confirmados la víspera, otorgan la victoria a los comunistas con el 49,48 por ciento de los votos, pero no les dan el control absoluto del Legislativo.

Accedieron también al Parlamento moldavo tres formaciones opositoras: el Partido Liberal (13,14 por ciento de los votos), el Partido Democrático Liberal (12,43 por ciento) y la alianza Nuestra Moldavia (9,77 por ciento de los votos).

Según los resultados definitivos, los comunistas obtienen en la nueva Cámara 60 de los 101 escaños, cuando necesitaría 61 (tres quintas partes) para poder formar Gobierno y elegir al presidente del país, lo que en Moldavia es prerrogativa de los diputados.

En tanto, a las 14.00 hora local finalizó un nuevo mitin en el centro de la capital moldava, convocado por los tres partidos opositores, y que duró unas dos horas y media.

Los cerca de 3.000 participantes en el acto adoptaron una resolución en la que culpan de los violentos disturbios en Chisinau al presidente del país, al presidente del Parlamento, Marian Lupu, y a la primera ministra Zinaida Greceanii.

El texto exige también una investigación justa de los disturbios y un cumplimiento estricto de los derechos y libertades fundamentales.

Antes del inicio de este nuevo acto de protesta, que transcurrió sin incidentes, las autoridades extremaron las medidas de seguridad y advirtieron que no tolerarían acciones violentas.

Los organizadores de la acción declararon que se trata de "un mitin pacífico contra la junta comunista" y que la oposición no tiene intención de llegar a un acuerdo con el Partido de los Comunistas.

"Vladímir Voronin comenzó su mandato presidencial como un auténtico policía soviético y acabará como (el dictador chileno, Augusto) Pinochet", declaró el líder del Partido Democrático Liberal, Vlad Filat.

Por su parte, el líder de la alianza Nuestra Moldavia, Serafim Urechian, afirmó que los propios comunistas organizaron la revuelta "para distraer la atención de las graves violaciones que tuvieron lugar durante las elecciones".

En tanto, la Fiscalía General de Moldavia difundió un comunicado en el que se muestra dispuesta a ordenar un examen con expertos internacionales sobre la muerte de un joven en la madrugada del pasado día 8 durante los disturbios en Chisinau.

"Según los resultados de la autopsia, el joven sufrió una intoxicación con una sustancia no determinada. Para excluir cualquier otra interpretación, los fiscales están dispuestos a ordenar un examen con expertos internacionales", agregó.

Los padres del joven, Valeriu Bobok, señalaron que su hijo fue detenido y que la policía le propinó una paliza, tras lo cual murió, al tiempo que aseguraron que el cadáver presenta signos evidentes de haber sido víctima de una fuerte paliza.

Las protestas en la capital moldava comenzaron el lunes pasado, tras el anuncio de los resultados preliminares que daban al gobernante Partido Comunista el control absoluto de la Cámara y el derecho de formar Gobierno y elegir al presidente del país.

La oposición denunció un fraude y llamó a sus partidarios a manifestarse en la capital, pero las protestas degeneraron en violentos choques con la Policía y el saqueo de la sede del Parlamento y la residencia presidencial.