"Lanzamos un llamamiento a Rusia en particular, para que asuma sus responsabilidad y evite nuevos movimientos de tropas, armas equipos militares hacia territorio ucraniano", ha dicho en una rueda de prensa Maja Kocijancic, portavoz de la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini.
Kocijancic ha recordado así la declaración publicada el pasado domingo por la jefa de la diplomacia europea pidiendo a Moscú que ejerciera su influencia sobre los separatistas prorrusos del este de Ucrania para que cumplieran el protocolo de Minsk, que establece los criterios del alto el fuego.
Esta declaración fue emitida en respuesta a raíz de un informe de la OSCE apuntando que se habían registrados avances de tropas rusas hacia la frontera de Ucrania.
La portavoz de Mogherini, además, ha asegurado que la Unión Europea mantiene contacto constante con la contraparte rusa "a distintos niveles" y a través de diferentes canales, ya sea desde Bruselas o desde la delegación europea en Moscú.
"Comunicamos nuestras posiciones de manera regular también a los rusos", ha dicho Kocijancic, como parte de los "esfuerzos" del servicio exterior de acción europea para hallar una "solución política" a la crisis en Ucrania.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE se reúnen en Bruselas el próximo lunes y la situación en Ucrania y la respuesta que debe dar el bloque comunitario será uno de los asuntos prioritarios en la agenda, lo que incluirá el examen de posibles nuevas sanciones, tal y como adelantó esta semana la Alta Representante de Política Exterior de la UE.
Fuentes europeas consideran poco probable que el lunes se adopten nuevas sanciones contra Moscú, porque es necesario cumplir un procedimiento para ello, que arrancaría con una propuesta formal de sanciones, pero no descartan un acuerdo en esta línea para activar dicho proceso. Los trabajos de los 28 de los últimos meses permitirían poner en marcha nuevas sanciones "rápidamente", añaden las fuentes.
En cualquier caso, los ministros europeos tendrán ocasión de reevaluar la situación en Ucrania a partir de las últimas informaciones recabadas, desde la delegación de la UE en Kiev, pero también de otras fuentes como los informes de la OSCE o la OTAN.