En una declaración al diario New York Daily, Michael dijo: "Yo no la maté. Maté al demonio dentro de ella. Dormía en mi habitación cuando Dios se me apareció sobre mi cama y me extendió el brazo. Me dijo que sería mi último día en la tierra".
La familia del actor eran inmigrantes haitianos muy religiosos, y fuentes cercanas a la familia aseguran que madre e hijo estaban muy unidos.
Michael continuaba relatando el suceso al diario norteamericano y afirmó que su madre se encontraba haciendo magia negra cuando él decidió ir a la habitación a por espada y comenzó a perseguir a su madre, cortándola con la espada.
"No quise matarla de inmediato. Quise darle tiempo para que estuviera bien con Dios", aseguró.
En actor se encuentra recluido en la prisión del Hospital Bellevue.