Las medidas adoptadas contra Nazmi Salih Khalil y Bassam Ahmad al Hasri implican la congelación de cualquier activo que puedan tener bajo soberanía norteamericana, al tiempo que prohíbe a empresas y ciudadanos de Estados Unidos cerrar cualquier tipo de trato con los terroristas.
El director de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros del Tesoro, John E. Smith, ha informado de que la actividad de los dos individuos señalados iba "desde supervisar las operaciones militares a desarrollar la estrategia del Frente al Nusra". Jalil figuraba a principios de 2016 como el 'número tres' de la organización.
Con medidas como ésta, ha añadido Smith, Estados Unidos intenta asfixiar el "sistema financiero internacional" del antiguo Frente al Nusra --ahora Frente Fatá al Sham-- y contener su capacidad terrorista.