Los servicios de Inteligencia militar de Irak han asegurado en un comunicado que los ataques tenían como objetivo la fábrica de drones perteneciente al grupo terrorista en el distrito de Islá al Zerai, en Mosul.
Los milicianos del Estado Islámico utilizan con frecuencia los drones con bombas para alcanzar a las fuerzas de seguridad y a los civiles iraquíes tanto en el este como en el oeste de Mosul.
Las fuerzas iraquíes, apoyadas por la coalición internacional, recuperaron en enero el control del este de Mosul y arrebataron así a los terroristas del Estado Islámico su último bastión en la orilla oriental del río Tigris.
El Comando de Operaciones Conjuntas informó a principios de abril de que los milicianos del Estado Islámico tenían el control de tan solo un 6,8 por ciento del territorio de Irak y aseguró que las tropas del Gobierno controlaban un 60 por ciento de la zona oeste de Mosul.