Los datos más recientes de la AOAV, una organización benéfica con base en Londres que estudia la violencia en el mundo desde 2011, han mostrado el impacto de los explosivos en Siria.
La organización ha registrado un aumento del 56 por ciento en el número de muertes y lesiones debido a explosiones en Siria, entre enero y noviembre de 2016. El año anterior, el número de víctimas fue de 7.697 comparado con las casi 12.000 de este año en el mismo periodo. En la ciudad de Alepo, el número de civiles muertos y heridos ha aumentado de 2.094 el año pasado a 7.266 en 2016, es decir, ha aumentado un 247 por ciento.
En cuanto al número de víctimas en Siria por explosivos lanzados desde el aire ha aumentado un 44 por ciento, mientras que en Alepo ha pasado de 875 a 3.358.
"Las bombas de barril, los ataques rusos desde el aire y los artefactos explosivos improvisados han causado un daño incalculable en la ciudad", ha asegurado el director ejecutivo de AOAV, Iain Overton. "Hay que frenar el uso de armamento explosivo en zonas civiles y hay que hacerlo ahora", ha añadido.