"Queremos agradecer a todos las muestras de interés por nuestro destino. Vuestra comprensión nos ayuda mucho a soportar el difícil momento y nos muestra que también hay personas buenas y sinceras", indica la familia en la pancarta, pegada en un escaparate de la plaza principal de Amstetten.
"Esperamos que un día nos sea posible volver a una vida normal", añade el cartel, escrito y dibujado a mano por los siete miembros de la familia internados en una clínica para pacientes especiales.
Tragedia en Austria
El caso de violaciones y secuestro durante 24 años salió a la luz cuando la mayor de las hijas, fruto del incesto, se puso enferma, con lo que tuvo que ser llevada a un hospital donde confesó el calvario en el que vivían.
Josef Fritzl secuestró a su hija Elisabeth a la que violó. Fruto de estas relaciones nacieron siete niños. Uno de ellos murió poco después del parto y el propio Fritzl confesó haberlo incinerado en el horno de su casa.
Tres de ellos vivieron en el zulo durante toda su vida y los otros tres pasaron su infancia en la casa 'oficial' de los Fritzl 'adoptados' por sus abuelos tras engañar Fritzl a las autoridades y declarar que su hija les había abandonado a la puerta de su casa. De esta manera, adoptó a sus propios hijos.
El acusado permanece en prisión preventiva en el penitenciario de Sankt Pölten, capital del Estado federado de Baja Austria. RSO