En una visita a la localidad habitada por la minoría 'hezhe', en la provincia de Heilongjiang, en el noreste, el presidente chino ha asegurado que los "56 grupos étnicos del país son una familia" y que no abandonará a ninguno.
"China será más próspera y la calidad de vida indudablemente mejorará si todos los grupos étnicos caminan juntos", ha asegurado Xi, según declaraciones recogidas por la agencia china de noticias, Xinhua. La 'hezhe' es una de las minorías étnicas más reducidas del país: sólo cuentan con una población de 5.000 personas, principalmente ubicadas en esta provincia.
Esta localidad quedó arrasada por las inundaciones en 2013, y el presidente, asegura Xinhua, se ha ocupado directamente de su reconstrucción. Una vez que el presidente ha sabido que todos los habitantes contaban con nuevas viviendas, se ha dirigido a ellos para recordarles que ni el Partido Comunista de China (PCCh) ni el Gobierno les van a olvidar.