Jack Tweed: "Mi vida ya nunca será igual"

INFORMATIVOS TELECINCO 05/04/2009 00:00

"Si pudiera volver a daros la mano, a ti, a Bobby, y a Freddy, como lo solíamos hacer" es una de las estrofas del poema de Tweed dedicado a su estrofa, que leyó con el acompañamiento de la canción "She Loves You" de Los Beatles. También sonó el "Let it Be" de John Lennon. En sus versos, Tweed le prometió a Jade que "cuando mire hacia el cielo" buscará "la estrella más brillante". El memorial de la ex gran hermana británica concluyó con unas palabras recitadas por Goody en vida y retransmitidas en las pantallas gigantes instaladas tanto dentro como fuera de la iglesia de San Juan Baptista: "Esto es todo. A lo mejor nos vemos ahí arriba. Adiós".

Los centenares de personas allí congregadas mostraron todo su apoyo a Tweed, ataviado con el traje azul oscuro que vistió en su boda, seis semanas antes, y que se prestó a portar el féretro en su entrada a la iglesia. Jackiey, madre de la fallecida, no cesó de llorar durante toda la ceremonia, tal como su hija había expresado en sus últimas voluntades. Jade Goody había planeado todos los detalles de su funeral: la musica, los textos de la Biblia y las personas que tenían que hablar.

El publicista de Jade Goody, Max Clifford, la describió en las exequias como "la reina de Essex". Destacó cómo se había comportado el peculiar clima británico ese mismo sábado: "En el momento de salir de la casa el cielo estaba totalmente cubierto y chispeaba. Mientras recorríamos Londres el sol empezó a brillar. El tiempo de hoy se ha parecido a lo que fue la vida de Jade".

La reverenda Corinne Brixton, quién bautizó a Jade y a sus hijos Bobby y Freddy hace un mes, fue la encargada de oficiar el funeral, y se refirió a ella en su sermón como "toda una inspiración". Añadió: "admiramos su coraje y dignidad al enfrentarse a la muerte".

Jade Goody, que contaba con 27 años en el momento de su muerte por un cáncer cervical, fue enterrada en el parque de Epping Forest, en Essex, Reino Unido, donde disfrutó de largos paseos con sus dos hijos, Bobby y Freddy, de cinco y cuatro años respectivamente. Sus amigos y familia se reunieron después de la sepultura en una recepción privada en un club de golf cercano al lugar donde ya descansa la polémica británica.

Mensaje en una botella de Freddy y Bobby

Freddy y Bobby no asistieron al funeral , por decisión expresa de su padre y de su abuela, quienes consideraron que la ceremonia sería "demasiado dolorosa" para ellos. Los pequeños se encuentran en Australia de vacaciones con su padre, Jeff Brazier, desde donde lanzaron al mar un mensaje en una botella para rendir tributo a su madre, quién vendió sus últimos días para que reciban una buena educación.

"Por favor, habla con Dios y pídele que se vayan las nubes porque no podremos ver las estrellas" es lo que se podía leer en su texto. Los hijos de Jade rezaron con su Brazier y la homenajearon a su manera en un resort de Sydney, según el rotativo News of the World. En el funeral, los dos niños estuvieron presentes con estas palabras, que emocionaron a todos los presentes: "Mamá, por la mañana serás nuestro ángel y por la noche la estrella más brillante, sabemos que siempre estarás con nosotros".