Según explica The Sun, un amigo ha advertido que "se ha deteriorado dramáticamente durante la noche. Tristemente, está muy cerca el final". Uno de los problemas, señala este amigo, es que "tiene terror a quedarse dormida y no volver a despertar", lo que "le deja completamente exhausta. Es terrible". A su marido Jack Tweed también le entró el pánico cuando la situación de Jade empeoró el viernes. "El pensamiento de que nuestro cuento de hadas podía acabar me llenó de tristeza", ha dicho.
El portavoz de Jade, Max Clifford, ha confirmado que "ha empeorado. Está muy débil. Estamos al filo del precipicio". Jade ya no tiene visitas, excepto la familia y los amigos cercanos.
La madre de Jade, Jackiey Budden, comunicó llorando a los amigos de la joven que el tiempo de su hija estaba acabando. "A la familia se le ha dicho que Jade podría morir el martes, pero después de tan mala noche este diagnóstico ha sido revisado para el lunes o puede que antes", ha explicado un amigo cercano. "Ha ido en picado desde el viernes y todo el mundo alrededor suyo está preocupado. Su madre Jackiey está destrozada. Todo el mundo sabe lo que va a pasar, pero sigue siendo desesperadamente triste", ha añadido.
Jade ha organizado su propio funeral , insistiendo en que sea una celebración de su vida. Quiere un entierro tradicional y una ceremonia en la iglesia cercana a su casa. Clifford ha explicado que "el funeral será un reflejo de cómo ha vivido en los últimos siete años (desde que apareció por primera vez en Gran Hermano)". Jade "quiere decir adiós a todos los que quieran estar allí. Será un reflejo de los más felices siete años de su vida. Habrá lágrimas, pero también un montón de amor y de risas".