La fotografía de la joven modelo de San José, en California, publicada casi por equivocación en el último número de la revista, ha sido un éxito elogiado por la prensa y la televisión de EEUU que pone sobre la mesa la eterna discusión de porqué imponen la imagen de la modelo extremadamente delgada, al límite de la anorexia.
La ola de admiradores de Lizzi Miller con 1.80 de estatura y sus 80 kilogramos de peso desmiente que el público prefiera a los más delgados.
Y tanto es así, que Cindi Leive, editora jefa de 'Glamour', aunque admite que la chica no tiene los parámetros estándar de las habituales tops, reconoce que "tenemos que reconsiderar la selección que hacemos de nuestras modelos".
La veinteañera Miller, llegada a Nueva York para comenzar una carrera profesional en el mundo de la moda, luce orgullosa sus generosas curvas y una incipiente tripa.
Su 'look' ha hecho exclamar a uno de los lectores..."Al fin, una mujer de verdad".
Después de la publicación de su fotografía, Miller ha sido invitada a numerosos programas televisivos en EEUU y Glamour, visto la aceptación habla de la posibilidad de incluirla como portada en algunos de sus próximos números.