La avalancha de pisotones y gritos dejó cientos de prendas perdidas por el suelo y caras de terror en la mayoría de las chicas que se presentaban a la prueba. Miles de muchachas entran en pánico, sin motivo aparente e intentan abrirse paso por la fuerza mientras esperaban su turno para demostrar sus dotes como modelo.
Las aspiraciones de convertirse en la nueva Giselle Bündchen pasan a un segundo plano ante la histeria colectiva. Los golpes se multiplican y la policía se ve obligada a intervenir. A puñetazos arrestan hasta tres personas. Otras seis acaban heridas, dos de ellas de camino al hospital.
Es el resultado de una estampida de origen desconocido que se sigue investigando. Así lo explica una de las chicas que hacían cola, frustrada por no poder presentarse a la prueba: "No nos han explicado nada. Hemos estado esperando aquí desde la noche anterior, estábamos aquí por una razón: Queríamos esto, de verdad que lo queremos".
Con la multitud en calma, el cásting fue suspendido hasta nueva orden.
JNP