El padre Mundina, "el cura de las plantas", presenta hoy su biografía

AGENCIA EFE 14/04/2009 17:40

Escrita con la colaboración del periodista Antonio Alférez, "Mi vida, mi gente, mis plantas", es la historia de una vocación al sacerdocio sin mojigatería, de servicio, que estuvo a punto de estropearse porque Mundina no reunía las características personales que se pedían a un candidato al sacerdocio en los seminarios diocesanos tras la Guerra Civil.

La obra, publicada por la Esfera de los Libros y que presenta a últimas horas de esta tarde el propio Mundina junto con Emilio Butragueño y Félix Sánchez, es un relato ágil y apasionado de una vida rica en experiencias pedagógicas tras casi veinte años en el "Hogar de Nazaret" con chicos huérfanos o provenientes de situaciones conflictivas.

Es también la historia de una lucha personal, en los difíciles momentos económicos y sociales que vivía España tras la Guerra Civil, por sacar adelante un proyecto pedagógico y formativo centrado en la formación agropecuaria y en el arte de la jardinería, que hicieran posible la educación y la integración profesional futura de los jóvenes que encontraron cobijo en el antiguo centro "Cuartel de la Montaña", que Mundina transformaría en un hogar.

Aquel proyecto, encargado por el entonces Delegado Nacional de Auxilio Social, Antonio María de Oriol, a la Congregación religiosa Hijos de la Sagrada Familia a la que pertenece Mundina, se convirtió en ejemplo pedagógico y de la capacidad de autofinanciación de aquellos años.

A través de su trabajo para el desarrollo de este proyecto, que posteriormente quedaría prácticamente desmantelado a finales del franquismo y, posteriormente, tras la llegada al Gobierno de la UCD de Adolfo Suárez, el padre Mundina terminaría convirtiéndose en un especialista en plantas ornamentales y en un excelente comunicador en ese campo en TVE.

"Las plantas, narra Vicente Mundina al respecto, se convirtieron en un nuevo instrumento para mi actividad sacerdotal. Ayudé a crear escuelas de floricultura, fomenté el uso y disfrute de las flores y las plantas, conecté con la gente, que recibía en mi vivero, pero también a través de centenares de conferencias y presentaciones florales".

De esta manera, agrega, "cuando se cerró mi etapa del Hogar Nazaret, las plantas se convirtieron en la herramienta para ejercer una nueva fórmula de apostolado".

En el libro, Mundina habla también de personalidades que ha ido conociendo en las distintas etapas de su vida, desde la actriz Ava Gardner o el futbolista Emilio Butragueño; la rejoneadora colombiana Amina Asis, o Manuel Jorge de Oliveira, rejoneador y experto en la doma de caballos para el toreo.

La obra dedica también algunos capítulos a hablar de Juan Pablo II, el cardenal Tarancón, Cesáreo Gabaráin, José Soriano (Porcelanosa) Antonio María de Oriol, Pedro Lanzat, Emilio Butragueño..., personas de las que dice "dejaron huella en mi vida".

Aunque el libro no es un tratado de jardinería, Mundina no puede evitar hablar de una de sus principales pasiones: las flores, y así habla de la fundación de la Escuela Española de Arte Floral; da algunos consejos prácticos sobre el cuidado de plantas ornamentales, presenta sus flores favoritas y profundiza en el mundo de los bulbos.