1. No comparar nunca a los hijos con otros niños
Cada niño es único, con sus cualidades y defectos, por ello no es conveniente comparar a los hijos con otros niños, ni con sus propios hermanos. Es necesario resaltar las habilidades de cada uno de ellos.
2. Mantenerlos ocupados
En muchas ocasiones las peleas surgen por aburrimiento. La clave es tener a los pequeños distraídos, si está realizando una actividad que disfruta no tendrá tiempo para disputas.
3. Cada uno debe tener su espacio personal
Nos referimos al lugar físico. Si comparten habitación es apropiado trazar líneas para definir dos espacios separados, así sentirán que tienen su sitio.
4. Normas de respeto
Establecer reglas y normas es fundamental. Evitar las faltas de respeto de los niños es imprescindible. Por ejemplo, no colocar ningún apodo a los miembros de la familia.
5. Mucha atención
La atención y el cariño hacia un niño es necesario para que se sienta querido y aceptado. De esta forma se sentirá único y fuerte.
6. Enséñales a negociar
Compartir con los hermanos es muy importante. Por ello, debes fomentar la unión entre ambos. Puedes divertirte un rato con el juego de uno de ellos para luego, jugar al del otro, dedicando así el mismo tiempo a cada uno.