El cazador, cuyo nombre no ha sido divulgado, fue transportado en helilcóptero al hospital de Whangarei donde ha sido operado para quitarle la bala y ahora se encuentra estable, recuperándose en el hospital.
"Creía que el fusil no estaba cargado", ha dicho a la policía. El hombre ha tenido suerte dentro de lo que cabe, según el sargento Ian Anderson, quien señala que hay que tener mucha precaución en la manipulación de armas de fuego.