Alimentos para hacer frente al frío

Eva Cánovas 14/12/2016 16:07

La respuesta la encontrarás teniendo en cuenta que lo importante es reforzar tu sistema inmunitario. Para lograrlo considera estos tres grupos de alimentos.

1. ¡Nutrientes para refozarnos!

Tu cuerpo tiene que estar en plenas facultades para hacer frente a los agentes patógenos. Sigue una alimentación rica en frutas y verduras. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ingerir al día dos raciones de verdura (una cruda y otra cocida) y tres de fruta.

Las frutas. Los cítricos y los kiwis son ricos en vitamina C, que protege a tu organismo de las infecciones invernales. También te ayudarán las granadas, que contienen minerales y numerosas vitaminas (C, A y B9). Las manzanas son antioxidantes, ricas en fibra; estimulan el hígado y los riñones para eliminar toxinas. Las peras son remineralizantes, depurativas y alcalinizantes. Las chirimoyas tienen gran contenido en fibra y agua pero también en hidrato de carbono, que ayudará a que tu cuerpo tenga la energía adecuada; además son diuréticas. Los caquis son ricos en vitaminas A y C. Las acerolas y los arándanos contienen gran cantidad de vitamina C, que te blindará para no caer enfermo. Las uvas, obligadas en Nochevieja, reforzarán tu sistema inmune. Y los dátiles son estupendos para ayudarte a expectorar.

Las verduras. Una de las mejores es el brócoli, con gran poder antioxidante y muy rico en vitaminas A, C, B1 y B6, ácido fólico y en minerales como magnesio, hierro, potasio, calcio, fósforo y zinc. El puerro y la cebolla, que depura tu cuerpo, son ricos en potasio y tienen gran contenido en flavonoides, que nos protegen de enfermedades cerebrovasculares. Además, la cebolla es un antiséptico natural y lo puedes utilizar para prevenir catarros. Las acelgas y las espinacas harán frente a las bacterias y virus por su contenido en vitaminas A y C. Las alcachofas, el repollo, la coliflor, el apio, el nabo y los espárragos, además de reforzar las defensas te depurarán de los tóxicos que te debilitan y hacen más propenso a sufrir una infección porque son ricos en fibra y diuréticos. Las zanahorias, pimientos y las calabazas tienen abundantes carotenos y vitamina A; son perfectas para fortalecer las defensas de tu organismo y luchar contra las infecciones. Los hongos y setas contienen citocinas, unas proteínas que ayudan a combatir las infecciones.

Las algas. Son súper alimentos que te ayudarán con su alta cantidad de calcio (diez veces más que la leche), de vitaminas A, D, E, B1, B2, vitamina C, fósforo, hierro, potasio, yodo, fibra, sodio y proteínas. Las algas tienen un gran poder de limpieza en tu sistema linfático.

Los pescados azules tienen Omega 3, que te ayuda contra el frío. Los moluscos contienen mucho zinc, que refuerza tu sistema inmune.

La carne, el pescado, las castañas, el queso y los huevos son ricos en selenio, que beneficia al sistema inmunitario y disminuye el tiempo de recuperación de las enfermedades respiratorias.

2. ¡Alimentos energéticos y nutritivos!

Tienen el aporte necesario de calorías y nutrientes para poder hacer frente a los cambios de temperatura.

Sigue una alimentación rica en carbohidratos. Te dará las calorías suficientes para elevar la temperatura corporal. Son una fuente de energía necesaria y básica para que tu cuerpo no se encuentre débil y esté más propenso a caer enfermo.

Las legumbres, además de carbohidratos contienen muchas proteínas, pero es necesario mezclarlas con otro hidrato de carbono, como el pan, el arroz o la patata para conseguir una proteína tan rica como un filete. Las lentejas, judías blancas o garbanzos son ricos en hierro, otro aliado para tus defensas. La patata contiene abundante cobre, un mineral que te ayudará en la lucha contra los patógenos. El arroz, la avena y el trigo tienen vitamina B6, que restaura el funcionamiento del sistema inmunitario. A la hora de elegir el pan que acompañe tus comidas, la mejor opción es el integral, dado su aporte en fibra y nutrientes, que mejorarán tus defensas. Los frutos secos son ricos en manganeso, riboflavinas, niacina y vitaminas E y B, que te ayudan a no decaer y refuerzan tu sistema inmunológico.

3. ¡Alimentos reequilibrantes!

Puedes dar a tu cuerpo el equilibrio necesario con un aporte de las bacterias "buenas" que viven en tu interior y te ayudan a gozar de una buena salud.

Toma alimentos fermentados. El yogur natural se encargará de bloquear la multiplicación de virus y repondrá la flora intestinal que pueda estar debilitada. Dentro de los fermentados tienes un importante "superalimento" como es el Kéfir, que contiene distintas bacterias beneficiosas para tu organismo. Estas bacterias regulan la flora intestinal, refuerzan el sistema inmunitario y combaten enfermedades. Además es una buena opción para los intolerantes a la lactosa. El Kéfir tiene dos variedades: una a base de leche y otra que puedes preparar en casa en agua con nódulos de Kéfir.

Y ten en cuenta estos consejos:

No olvides el agua. En estas fechas, con el frío, nada mejor que estar hidratados y calientes con una rica infusión. Las hay para favorecer el sistema inmune, mejorar la digestión o darte más antioxidantes. Si añades un poco de miel, mejor: la miel tiene propiedades antivirales que te protegen contra los constipados.

Varía la elaboración de las comidas. Debes recurrir más a las sopas, caldos y potajes: además de elevar la temperatura corporal te mantendrán más nutrido y fuerte. En el caso de los caldos es importante que aporten, además de calor, proteínas y vitaminas para combatir las enfermedades respiratorias.

Cuida tus alimentos. Para disfrutar de todas las propiedades de la fruta y las verduras debes guardarlas en lugares secos y oscuros, por periodos cortos de tiempo y sin cortar ni preparar, a no ser que las congeles. El oxígeno del aire iniciará su oxidación más rápidamente y perderán sus tan preciados antioxidantes.

Diversifica tu dieta. La variedad te dará más posibilidades de acceso a más nutrientes. Si te limitas a dos o tres tipos de frutas o verduras o cocinas siempre el mismo plato con los mismos ingredientes te perderás nutrientes que no incluyen los alimentos que siempre utilizas.