Cinco elementos beneficios que tienes a mano en la playa (y no la crema)

Elsa Alonso 26/08/2017 08:31

Además del sushi… algas por la piel

No hace falta comerlas para aprovechar sus beneficios. Cuando miras a la orilla y ves algas, suele producirte cierto rechazo entrar al agua. Sin embargo, deberías cambiar el chip: si las pones sobre tu piel, obtendrás sus minerales y, en consecuencia, mejorarás tu salud ósea y tu funcionalidad bioquímica, en general. Pero, además, estas plantas marinas son un acelerador metabólico de nivel, por sus propiedades depurativas.

Si lo que quieres son resultados visibles en tiempo récord, siempre puedes ponerlas en el cabello y en las uñas y ver cómo toman un aspecto mucho más saludable.

¿Baños de barro? En la playa, los mejores tratamientos

¿Eres de los que no te gusta meterte hasta el fondo del mar? Quédate en la orilla y aprovecha la arena mojada. Aunque sus propiedades dependen de la composición geológica que tengan, es decir, de la playa que elijas (no es lo mismo el barro del Mar Muerto que el de la costa de Cádiz), siempre se puede extraer de ella un beneficio antibiótico: impide el desarrollo de patógenos y remedia los males en los pies, como pueden ser los hongos o el famoso pie de atleta. También, su capacidad absorbente permite eliminar las pieles muertas y dejar tu piel suave y lisa.

Y, por si esto fuera poco, con el barro puedes hacer tu propia mascarilla facial: tiene propiedades antienvejecimiento porque ayuda a producir colágeno y elastina.

Entiérrate hasta las orejas

La lista sería interminable. Aunque, de entrada, te parece odiosa porque se mete en todos lados, le agradecerás que forme parte de tus vacaciones. Si andas por ella, en vez de por el asfalto, multiplicarás tus esfuerzos a la hora de hacer ejercicio y, por ende, tu gasto calórico.

Es muy recomendable, asimismo, dar paseos de una esquina a otra de la playa, aprovechando la textura de la arena en los pies y el choque de las olas en tus piernas porque lo notarás en la circulación, en tus huesos y en el bienestar físico: el masaje en los pies y en los tobillos es muy relajante.

¿Qué tu playa favorita es de piedras? Aprovéchalo igual. Al principio andar por los pedruscos mojados no te será muy cómodo, pero si consigues aguantar una caminata, a la larga, sentirás como tu equilibrio mejora y tus dolores de cabeza se reducen. ¿Querías reflexología podal? Pisa las calas de Ibiza.

Respira la brisa marina

Parece que eso de respirar aire puro solo se puede en lo alto de las montañas. Sin embargo, la brisa del mar contiene una composición en su aire bien distinta e igual de beneficiosa: la sal y el yodo en suspensión del ambiente playero ayuda a abrir los pulmones, sobre todo, a personas con problemas respiratorios. Aparte, su olor es muy relajante y aumenta los niveles de serotonina debido a su alta concentración de iones negativos, actuando como un ansiolítico natural bien sano.

Bañarte en el mar

Aunque escueza, está curando. Bañarte en el agua salada del mar consigue dejarte la piel como ninguna crema de aloe o rosa mosqueta: Cura las irritaciones de la piel, sana las heridas de todo tipo y Nutre la capa córnea del cuerpo además de retirar las pieles muertas. ¿Buscas un exfoliante natural? Date un chapuzón en el mar.