Cómo salir de un catarro de verano sin sofocarte en el intento

eltiempohoy.es 18/07/2017 17:40

Las vacaciones están yendo de maravilla. La playa está perfecta, con gente pero sin agobiar, el hotel tiene todo lo que necesito y toda la familia se lo está pasando genial. Pero, parece que me pica un poco la garganta, será que dormir toda la noche con el aire acondicionado no es buena idea. De repente, tengo ganas de estornudar y parece que la nariz me moquea... ¡madre, me he acatarrado!

Según un estudio de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria y Laboratorios Vicks, el 37% de los españoles considera que la peor época para coger un resfriado es la de primavera y verano y no nos extraña. Un catarro te puede fastidiar las vacaciones y dejarte K.O. durante unos días, sudando a la vez que pasas calor y sin la tradicional sopa de pollo o la leche calentita con miel como mejores antídotos.

"No existen diferencias entre los resfriados de verano e invierno, ya que son generados por los mismos virus –que proliferan más en invierno por el frío–, presentan los mismos síntomas y se contagian igual", explica la doctora Paloma Casado, vicepresidenta de Semergen. Curiosamente es una enfermedad que todavía no tiene cura: el resfriado no es sólo un virus, más de 200 virus cambian y mutan constantemente, por lo que todavía no se ha encontrado una cura 100% efectiva.

Amado y odiado aire acondicionado

Seguro que lo has pensado y estás en lo cierto, el aire acondicionado es nuestro mejor amigo cuando el mercurio sube de los 35 grados, pero también nuestro peor enemigo a la hora de ponernos enfermos. Se estima que el 80 por ciento de los casos de catarro de verano está vinculado a los cambios bruscos de temperatura generados con el mal uso o abuso del aire acondicionado.

"Lo mejor es mantener la temperatura entre los 22 y 24 grados", asegura la doctora Casado, así como utilizar humidificadores para mantener una humedad sobre el 30% que nos ayude a no tener sequedad en las vías respiratorias.

Otro de los factores de riesgo son los cambios bruscos de temperatura. Tomar una bebida excesivamente fría después de estar tomando el sol durante un buen rato o darse un chapuzón tras hacer una actividad física intensa pueden favorecer el desarrollo de un catarro.

Medidas fresquitas para evitar el catarro de verano

La bufanda con bikini es un conjunto que todavía no está teniendo mucha aceptación en las piscinas de España, así que tenemos que buscar a la alternativa a la ropa de abrigo y las bebidas calientes para los meses de verano.

Os recomendamos aumentar el consumo de líquidos. El agua es una de las bebidas más saludables y la que más hidrata y quita la sed, así que intenta ingerirla antes incluso de que el cuerpo te la pida. Los zumas naturales te aportarán una dosis muy necesaria de vitaminas y antioxidantes que te protegerán contra los virus. Incluye frutas de temporada como los mangos, las peras, los melocotones, el melón, la sandía... y hazte auténticos elixires de la eterna salud.

El ejercicio físico también nos hace ser más inmunes a los virus, ya que dota al cuerpo de una mayor resistencia, y en verano al aire libre puede ser de lo más enriquecedor. Por supuesto, lávate las manos con frecuencia y aire bien la casa, evita los ambientes cargados, porque son el hábitat ideal para los virus.

Sobre el uso y disfrute del aire acondicionado, haz caso a los expertos: se recomienda que la diferencia entre el exterior y el interior (del hogar o la oficina) no supere los 10 grados. Así, si en la calle estamos a 40º, no pongas el aire a 22º, aunque sigas sintiendo que pasas un poco de calor. No te coloques delante del chorro de aire, aunque sea el ventilador, y si el ambiente de tu oficina es excesivamente fresco, llévate una chaqueta o un chal y cúbrete cuando te lo pida el cuerpo.