¿Pasamos de la alcachofa de la ducha? ¿Nos aseamos directamente en la playa? El dermatólogo Fernando Martín nos da vía libre: "el agua del mar tiene más propiedades beneficiosas que perjudiciales. Es bueno porque la sal contiene yodo, sales de sodio y potasio y oligoelementos muy curativos para las patologías dérmicas, por ejemplo, para dermatitis atópica y la soriasis".
Entonces, ¿por qué nos enjuagamos el agua del mar en las duchas del paseo marítimo? Ante esta pregunta, el dermatólogo explica que "se hace para retirar los restos de arena y de suciedad, y no tanto por el salitre". En cualquier caso, las playas españolas están muy cuidadas, y las de Honduras se caracterizan por ser cristalinas y turquesas, por lo que "la suciedad que pudieran arrastrar las olas es irrisoria y no afectaría a la piel. Es más, las algas que haya tienen también propiedades benignas".
Otro aspecto por lo que la ducha caribeña es perfecta para el cutis es su temperatura: "Por Cayos Cochinos, la temperatura del agua es fresca y eso mejora la circulación", añade Fernando Martín.
Parece que todo son ventajas: "la piel se notará más suave, tersa, más mullida e, incluso, con menos imperfecciones porque se comenta que las sales minerales ayudan a sanar las heridas y las grietas", cuenta el doctor Martín. Sin embargo, hay un inconveniente: la deshidratación.
Muy a menudo, reseca
Aunque no tiene por qué ocurrir, la sal es un mineral muy potente para la absorción de líquidos y puede dejarte la piel "reseca, acartonada e incluso descamada si pasas tantos meses duchándote solo con agua del mar, como es el caso de los supervivientes del reality", dice Fernando Martín.
Por ello, el dermatólogo regala un consejo a los participantes, y a todos los que nos queramos dar a la vida salvaje, que evitará este problema y dejará que los baños de agua salada sean todo beneficios: "sería bueno darse protección solar después de cada baño y una crema hidratante por las noches" para que la piel tenga la proporción de agua que necesita. ¿Te animas?