Pelos encarnados: cinco pasos a seguir si se te complica este clásico del verano

Elsa Alonso 03/08/2017 18:16

El mejor consejo que te pueden dar es que pongas remedio antes de que se produzca el enquistamiento. Si cuidas tu piel y la mimas con constancia y rigor, evitarás casi todas las veces este fatídico final.

Es recomendable exfoliar la piel y retirar la grasa, células muertas, suciedad y gérmenes que impidan que salga el vello correctamente. También, se debe hidratar la piel para que no se quiebre y evitar la ropa ajustada que empuje el pelo para dentro.

Siempre que comiences tu ritual de depilación, pasa un producto antiséptico por la zona que vayas a tratar y así no se infectará. También, lava con agua tibia la zona para que queden los poros más abiertos, y salgan los pelos con más facilidad, y afeita a favor del crecimiento del pelo para que la piel no sufra tanto.

Tanto si eres de cuchilla como de cera, procura no reutilizar ninguna de las dos: en el caso de las cuchillas, si sus láminas no están bien afiladas el pelo se cortará peor, y con la cera, el poro se irritará más y el vello que crezca no conseguirá traspasar la piel.

Si has hecho esto y lo indecible para evitar el pelo incrustado y, aun así, te han nacido algunos en sentido contrario, no desesperes.

Sigue estos pasos con mucho cuidado y deshazte del vello rebelde:

En primer lugar, valora la gravedad del enquistamiento: es posible que ese pelo esté demasiado profundo, que haya formado un granito con pus y que esté muy infectado. En este caso, no intentes nada por tu cuenta y acude al médico para que sea él el que te 'arregle' el destrozo.

Si todavía crees que lo puedes salvar, adelante:

1. ¡Así lavaba, así, así!

Es muy importante que limpies muy bien la zona infectada con agua y jabón. Si el vello enquistado se encuentra en una zona especialmente delicada, como puede ser el pubis, utiliza un neutro antibacterial.

2. Exfolia con ganas, pero sin pasarse

Puedes utilizar azúcar con algún aceite esencial o ir a la farmacia y comprar un exfoliante especializado en vellos encarnados. La idea es que se retire de la piel todo aquello que está impidiendo al pelo salir correctamente por el poro.

Atención: Debes hacerlo con especial cuidado. Date cuenta que la zona estará dolorida y, muchas veces con un granito, así que no puedes 'barrer' con fuerza. Es mejor que realices movimientos circulares suaves.

3. El calor es tu salvación

La mezcla de la humedad y el calor de las compresas con agua tibia es perfecta para ablandar la capa superficial de la piel y abrir los poros, mejorando la vía de escape del pelo. Mete toallitas o gasas en agua hervida y, cuando estén templadas, ponlas sobre el vello enquistado.

4. Esteriliza tus pinzas

A estas alturas ya tendrás el pelo casi fuera. Es el momento de sacarlo con cuidado y a favor del crecimiento del pelo. Antes de usar tus pinzas de cejas, esteriliza la punta para que la infección de la zona no empeore.

5. Calma con un poco de aloe vera

Una vez realizado todo el proceso, es bueno que finalices la faena aplicando un antiséptico, artificial o natural, como el aloe vera.