Un vistazo a conciencia: así es ese lunar por el que tienes que ir al dermatólogo

eltiempohoy.es 13/06/2017 15:59

Un lunar, una mancha con forma extraña o un punto de color rojizo puede ser el antecedente de un tumor, y no debes pasarlo por alto. Un diagnóstico a tiempo permite que el 95% de los casos de cáncer de piel se curen. Sin embargo, sigue siendo el más frecuente en el mundo y su desencadenante es la exposición a los rayos UVA, tanto del sol como de las cabinas de bronceado. Por este motivo, el Dr. Sánchez Viera, director de Instituto de Dermatología Integral, hace especial hincapié en que "la fotoprotección, la autoexploración de los lunares y la visita periódica al dermatólogo son los pilares básicos para su prevención".

Echar un vistazo de vez en cuando a los lunares de toda la vida es rápido, fácil y más efectivo de lo que parece. Desde el Instituto de Dermatología Integral exponen cuál es el aspecto de estas pequeñas lesiones cutáneas. Existen dos tipos de 'lunares' extraños en la piel:

· Los carcinomas, destacan por ser manchas de un tono rojizo que tienden a descamarse e, incluso, a sangrar. Además, se abultan y la herida no consigue cicatrizar. En este caso tan característico no hay que dudarlo ni un segundo: ves al dermatólogo ya.

· Los melanomas tienen una forma más parecida a un lunar y pueden pasar más desapercibidos, pero no los pierdas de vista si siguen alguna de las siguientes reglas:

A si tienen alguna asimetría, o no son totalmente redondos.

B si tienen bordes irregulares, o no definidos.

C si tienen una coloración poco uniforme, o alejada de ese tono marrón claro y homogéneo.

D si tienen un diámetro superior a los seis milímetros.

E si un lunar que tenías de toda la vida a evolucionado hacia otra forma o color.

La dermatoscopia digital, método no invasivo y fácil de practicar a cualquier persona, consigue que los dermatólogos puedan controlar de un modo muy preciso la evolución de los lunares y otras lesiones sospechosas antes incluso de que degeneren en un cáncer de piel. Lo hacen "mediante equipos de fotografía digital, que realizan un mapa seriado de nuestra piel" asegura el Dr. Sánchez Viera.

Cómo protegerse bien del sol

La principal medida preventiva es la protección frente a la radiación solar y las fuentes artificiales de rayos UVA, fundamentalmente las cabinas bronceadoras de rayos UVA.

1. No exponerse al sol sin fotoprotección, como mínimo con un SPF de al menos 30, aunque es más efectivo el de 50. Ya estés en playas, piscinas, una excursión, haciendo deporte al aire libre o o paseando por un jardín.

2. Evitar el sol en las horas centrales del día, de 12:00 a 17:00 horas. Si no es posible, hacerlo siempre con fotoprotectores (renovándolo cada 2 horas), utilizando gorras, sombreros y ropa que nos proteja del sol y estando la mayor parte del tiempo en la sombra.

3. No exponer al sol a niños menores de 3 años, ya que tienen la piel muy sensible y delicada y su sistema defensivo está en proceso de formación.

4. No utilizar cabinas de bronceado de rayos UVA.