Además, el Banco ha habilitado varias cuentas solidarias en los países en los que está presente (entre ellos, Estados Unidos y Reino Unido) para recaudar los donativos de empleados, clientes y accionistas con el objetivo de enviar ayuda urgente a la población damnificada.
La ONU ha cifrado en 4.460 el número de personas fallecidas en Filipinas por el paso del tifón, que ha dejado más de diez millones de damnificados. Asimismo, 600.000 personas se encuentran en centros de evacuación, unas 80.000 casas han sido completamente destruidas y, según las primeras estimaciones, los daños materiales alcanzan unas pérdidas de alrededor de trece millones de euros.