El niño fue rescatado por agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local, que rompieron el cristal de una de las ventanas del vehículo tras advertir que su salud corría peligro.
El bebé presentaba síntomas de sufrir un golpe de calor, como reflejaba el enrojecimiento de su rostro, según han explicado fuentes de la Guardia Civil, aunque no parece que su vida corra peligro.
El vehículo donde se encontraba el menor había sido estacionado en una gasolinera próxima al centro comercial Airesur, uno de los mayores del área metropolitana de Sevilla.
Varias personas avisaron a la Guardia Civil tras advertir que en el interior del vehículo había un bebé de menos de un año que daba muestras de sufrir un golpe de calor al estar cerradas las ventanillas del automóvil.
Tras rescatar al bebé y llevarlo a un centro sanitarios cercano, los agentes de la Guardia Civil aguardaron la llegada de la madre del niño, de 34 años y vecina de una localidad cercana, quien había dejado a su hijo dentro del automóvil mientras realizaba unas compras y que ha sido acusada de un delito de abandono. EPF
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