José María Solís, el gerente de la empresa, pasará la noche en los calabozos tras prestar declaración en el cuartel de la Benemérita de Arganda del Rey.
Según la secretaria del empresario, en un primer momento, Solís colocó el camión de su empresa en las puertas del consistorio para impedir el paso del alcalde y así poder mantener una conversación.
Ante la negativa del edil, el empresario tuvo la idea de quemar el ayuntamiento, un pensamiento que derivó también en prenderse fuego él mismo dentro del furgón. Sin embargo, y según su secretaria, la intención fue fruto de "la desesperación, los nervios y la impotencia de verse así", aunque "verdaderamente no lo iba a hacer", ha apuntado.
Solís llegó a las puertas del consistorio de Loeches a primera hora de la mañana con una furgoneta de su empresa, dos bidones de gasolina y una botella con una mecha. Al parecer, su empresa realizó hace unos tres años unas obras públicas al Consistorio por un importe superior a 450.000 euros, una cantidad que todavía no ha conseguido cobrar.
La falta de liquidez ha provocado que la pequeña empresa de la que es dueño esté en situación de quiebra y hayan tenido que despedir a 20 trabajadores. EPF