Según las primeras investigaciones, el presunto agresor, un discapacitado físico de 31 años, promovía fiestas con la asistencia de chicas para captar a adolescentes.
En los encuentros, el imputado ofrecía alcohol y drogas a los menores para que se desinhibiesen y aprovechaba las situaciones que se producían para grabar a los chicos y posteriormente amenazarlos con distribuir las imágenes a través de internet si no accedían a sus pretensiones.
Algunos de los menores han sufrido las agresiones durante años y debido a las secuelas y a las presiones psicológicas sufridas, al menos uno de ellos ha barajado la posibilidad de suicidarse, informaron las fuentes.
El supuesto agresor, cuyas iniciales son J.M.A., está detenido por los delitos de abusos sexuales continuados y corrupción de menores.
Según las fuentes, el detenido utiliza habitualmente para sus desplazamientos una silla de ruedas y, en ocasiones, muletas, debido a su minusvalía física.
Según consta documentalmente, al menos cinco menores han sido agredidos sexualmente, aunque los investigadores no descartan que en los próximos días se detecten otras víctimas al trascender estos hechos.
La denuncia que ha motivado la investigación fue presentada en la localidad malagueña de Coín por uno de los menores, que se marchó de Algeciras y se trasladó a Málaga con unos familiares a raíz de lo sucedido.