Desde su aterrizaje en la Casa Real, Doña Letizia ha dado la impresión de estar buscando un estilo que no encontraba. En los primeros años de su matrimonio optó por lucir modelos sobrios, que no eran muy apropiados para su edad. Siempre con el pelo de un largo similar: sobre los hombros y con alguna capa. Hasta que en 2008 corta por lo sano. Es la vez en que más corto ha llevado el cabello. En nuestra opinión no acertó: la melena corta la hacía parecer mayor. A ella tampoco debió gustarle mucho porque no ha repetido.
Se opera la nariz
En agosto de 2008 se opera la nariz: sufría problemas respiratorios por una desviación del tabique. Y comienza el gran cambio en su imagen. Letizia revolucionó su armario con modelos más juveniles. Aunque ha seguido tirando de diseñadores españoles como Felipe Varela (que fue quien diseñó el modelo que lució la princesa en la cena de gala antes de la boda de Suecia), se ha dejado también seducir por las propuestas de Armand Basi, Adolfo Domínguez, Loewe o Burberry.
Y este cambio no ha pasado desapercibido para la prensa nacional e internacional que la ha metido en las listas de las más elegantes. Se ha codeado en esas listas con mujeres como Rania de Jordania o Carla Bruni.
A estos cambios se sumaron este año sus dientes. Letizia quiere lucir una sonrisa perfecta y para ello eligió unos brackets transparentes, casi invisibles a simple vista. Y hace pocos días el pelo, una larga melena a la que no nos tenía acostumbrados.
A pesar de estos cambios hay algunas cosas a las que sigue fiel: una son sus zapatos de tacón interminable y plataforma (le gusta pero además son una imposición de Protocolo), y la otra el color rojo para las ocasiones especiales. Nunca le falla.
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