Los anticonceptivos que tomaba no eran tales sino que se trataba de medicación para la menopausia. Al principio, ni María ni su familia podían creerlo.
La joven se tomó la noticia con lágrimas en los ojos.
Su novio y ella no tienen empleo. María está estudiando oposiciones para conseguir un trabajo estable. De momento, ambos viven con los padres de la joven. A pesar de que el embarazo no ha sido planeado, María seguirá adelante.
Su médico le ha advertido de que el fármaco que le recetaron puede provocar malformaciones en el feto. La joven ha denunciado al servicio de salud murciano. Pide apoyo económico y responsabilidades al médico que la atendió. CGS
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