Familiares y amigos asisten al entierro de la menor fallecida en el Tibidabo

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 19/07/2010 08:11

La joven murió tras desprenderse el brazo de la atracción 'El Péndulo' el sábado por la tarde, después de que la instalación pasara una revisión minutos antes al detectarse ruidos sospechosos.

En el accidente resultaron heridos los otros tres ocupantes de la atracción y uno de ellos, una chica de 15 años es la única que permanece todavía hospitalizada con lesiones y fracturas en las dos piernas. Podría volver a pasar por el quirófano por problemas de circulación vascular en la pierna derecha.

Investigación

El ministro de Fomento ha pedido máxima diligencia en la investigación del accidente. 'El Péndulo' había pasado su revisión diaria por la mañana, pero la empresa de mantenimiento del parque realizó un nuevo control después de que los técnicos de la atracción alertaran de unos ruidos sospechosos. No encontraron nada y volvieron a ponerla en marcha. Las dos chicas de 15 años que también resultaron heridas en el accidente continúan hospitalizadas.

Los investigadores van a tener mucho trabajo para encontrar una explicación aunque ya las primeras hipótesis apuntan a un fallo de cálculo de los ingenieros por el peso que podía soportar los anclajes. No estaban deteriorados después de cuatro años desde que se colocó.

Además, el Péndulo había pasado su revisión diaria por la mañana y otra extra por la tarde. Los trabajadores habían dado dos avisos: por ruidos extraños y porque se movía más de lo normal. Fue tres horas y media antes del suceso.

"La atracción paró unos diez minutos, que es el tiempo que tardaron los de mantenimiento en hacer las pruebas concretas de esta atracción y determinar que la atracción estaba en plena capacidad y podía proseguir".

Pero pasadas las site, el anclaje cedió. "Se salieron los tornillos y se empezó a mover. Rascó todo el suelo". Es lo que han relatado dos testigos, de 13 y 14 años, amigos del chico que estaba montado y que ya ha sido dado de alta. En el viaje de antes, cuentan, escucharon un ruido muy fuerte, como un golpe, pero continuó funcionando. En junio había recibido el certificado de su revisión anual.

En una tragedia que, aunque no consuele a los suyos, podía haber sido incluso peor. El brazo articulado no alcanzó ningún vagón de la atracción sobre la que cayó ni la fila donde la gente aguardaba para montar en una máquina que, es posible, nunca vuelva a funcionar.